martes, 22 de noviembre de 2011

Así que bébete esa lágrima traidora que llora, huye de la tristeza que devora porque aún quedan auroras increíbles y bonitas en esta vida maldita que se evapora y que enamora. Si sabes ser feliz en este oficio de vicios y prejuicios y de fuegos de artificio, vivir es un suplicio pero esconde sus encantos. La vida es un intervalo, una herida, un regalo, un beso con veneno, un rato bueno y otro malo y la única verdad está en los ojos del que mira en las manos del que toca y en las bocas que respiran. Y así vivo sin prisa, entre llantos y sonrisas.

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